martes, 24 de febrero de 2015

EL CAMINO DE LOS INCAS EN EL VALLE DEL MANTARO



             Al  borde del antiguo Camino de los Incas, que actualmente es la famosa Calle Real, se levanta la ciudad de Huancayo, antiguo tambo incaico, ubicado justamente al sur del valle de Jauja y en el vértice de dos ramales del camino hacia el Chinchaysuyo.

                Este camino, obra titánica de nuestros antepasados y columna vertebral de la vialidad del Imperio incaico, tiene una característica muy curiosa; carece de taludes en toda su extensión.

                Al parecer los dos ramales que se encuentran en el valle del Mantaro, tenían finalidades diferentes: Un ramal era el camino estratégico, que venía por las alturas; y el otro era el Camino Real, amplio, cómodo, señorial, según se afirma en crónicas antiguas.

                Según el historiador Waldemar Espinoza, el camino del inca que venía del Cuzco a Cajamarca, al llegar a las alturas de Acostambo, se dividía en dos ramales: Uno que entraba por Sapallanga y seguía hacia Huancayo, dando lugar a la Calle Real y continuando por la margen izquierda del río Mantaro hasta el Tambo de Maravilca ( Concepción), llegaba a Hatun Xauxa  para proseguir por el llano de Yanamarca hasta Tarmatambo. El otro ramal iba por la altura, hacia la margen derecha del río Mantaro, pasando por Rumichaca, Chuamba, Huacrapuquio, Huamanqaqa, Pilcomayo, Sicaya, Orcotuna, Mito, Muquiyauyo, Waripampa y entraba a Hatun Xauxa.

                Un ramal partía de Huancayo hacia el Templo de Wallalo en el nevado del Huaytapallana. Otro partía de Hatun Xauxa hacia el oeste a Julcatambo, luego al nevado de Pariacaca, límite de los Xauxas y los Yauyos.


                Los Incas construyeron el Camino Real, para interconectar los centros poblados más importantes, uniendo así el Cuzco, Cajamarca y Quito en Ecuador. En estos caminos, construyeron tambos que no solamente eran posadas o lugares de descanso, sino y sobre todo eran centros de abastecimiento de alimentos.
                                                                                                                             V. VIVANCO. V.

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